José Luís Sampedro tenía la virtud de
escribir sin pretensiones grandilocuentes, y conseguir sin quererlo reflexiones
trascendentes. La naturalidad y experiencia de Sampedro se conjugaban con una
especial sensibilidad y dotes literarias que daban como resultado verdaderas
lecciones vitales en forma novelada.
"La vieja sirena" es para mí una historia
épica y atemporal, un clásico escrito en época contemporánea. Y "El amante lesbiano" es un magnífico
ejemplo de cómo analizar y replantearse dogmas, y entender otra forma de amar y
de vivir.